La vida es demasiado corta para estar siempre cabreado, no merece la pena.
Si bien la pasión puede tensar nuestros lazos de afecto, jamás debe romperlos.
Las místicas cuerdas del recuerdo resonarán cuando vuelvan a sentir el tacto, del buen ángel que llevamos dentro...
No hay comentarios:
Publicar un comentario