Nadie puede elegir su destino. Un rey puede mover a un hombre, un padre reclamar a un hijo, pero no olvides que aunque aquellos que te mueven sean reyes, o sean hombres con poder, tú eres el único responsable de tu alma. Cuando compadezcas ante Dios, no puedes decir que otros fueran responsables de tus actos, o que la virtud no era oportuna en aquel momento. Eso no es suficiente.

El reino de los cielos

¿De qué quieres huir?. ¿A quién vas a engañar?
Si sabes que tu vida ha sido una mentira.
Camina hacia la luz pequeña Caroline, porque al final verás el reino de los cielos.
Estrellas en tu pelo, “ciclotímicos” reflejos, de lo que un día fueron tus ojos sobre mí.
Es como caminar sobre la Antártida. Como levitar sobre el dolor.
Como caminar sobre la Antártida. Sobre el hielo deslumbrante bajo el sol.
Busco hoy un mundo nuevo. Alicia en el espejo, hay otra realidad al fondo de éste infierno.
Camina hacia la luz pequeña Caroline, porque al final verás el reino de los cielos.
Todos los deseos que guardabas en secreto levantarán el vuelo, y volverán a ti...

Coge mi mano...

Sueña con llegar a ese lugar, donde puedes ser alguien.
Sueña con triunfar, llegándo ese día, sin importar la distancia
 paso a paso, tropiezo por tropiezo, para alcanzar la meta...

Lucha por salir de esa habitación angosta y oscura que es la desesperación...
Por aportar un rayo de luz a tu reluciente y magnífica vida...
y aportar tu rayo de luz a la mía, necesario para avanzar en el camino...

Coge mi mano, no tengas miedo... yo la sostendré hasta el final
por muchas piedras y muchos agujeros... no te soltaré.
Por alta que parezca la cumbre, no te dejaré caer...
Y por mucho que se hunda la montaña, jamás te dejaré de querer...

Ese día tan especial...

Siempre tenemos días especiales...
 Días que nos hacen florecer una sonrisa, que hacen que se te erice la piel, que marcan huella, que dejan cicatriz...
Días en los que tal vez no haya merecido la pena enfrentarte al mundo... ¿o tal vez si?
Días en los cuales te comerías el mundo entero, estás dispuesto a enfrentarte a él pase lo que pase, sin miedos ni obstrucciones.
Días en los que lo tienes todo... o en los que careces de todo...
En los que puedes ganarlo todo... o no ganar nada...
Días en los que empiezas a respirar, en los que empiezas a vivir, en los que empiezas a soñar... y a querer.
Mi día... mi día, tiene un número muy especial...

GG

+ Chuck, ¿has terminado de intentar destrozarme la noche? 
- Mira, nunca debí haberte abandonado. Supe que había tomado la decisión equivocada en cuanto aterrizó el avión. Me distraje todo el verano. Esperando no sentir esto más, pero todavía lo siento.
+ ¿Y?
- Estaba asustado... asustado de que si pasábamos todo el verano juntos, sólo nosotros... vieras..
+ ¿Ver qué?
- A mi... Por favor no te vayas con él.
+ ¿Por qué? Dame una razón y "soy Chuck Bass" no cuenta.
- Porque tú no quieres.
+ No es suficiente, "que yo no quiera" no es bastante.
- ¿Qué más quieres?
+ La verdadera razón por la que debería quedarme aquí y no meterme en el coche. Tres palabras. Ocho letras. Dilo, y seré tuya.
- Yo...Yo...
+ Gracias. Es todo lo que necesitaba oír.

·

El orgullo nos ciega, y el tiempo pasa...

¿Capaces o incapaces?

Somos tan fuertes y a la vez tan vulnerables...
Ante el miedo, huímos. Ante los nervios, nos bloqueamos. Ante el agobio, nos desesperamos. Ante enfermedades podemos incluso morir...
Tenemos un pánico horrible al ridículo, tanto es así, que nadie es capaz de saltarse las reglas, simplemente por eso, por seguir la línea. Estamos obsesionados por ser reconocidos, por que nos vean siempre con una buena imagen.
El dinero... el dinero mueve al mundo, todo se hace por él, casi nada por corazón.
Somos los únicos capaces de amar, pero también de odiar.

Con esto quiero decir, que el ser humano es capaz de hacer grandes cosas, pero también es experto en destruirlas en poco tiempo.

...

Aprendí que el orgullo no sirve para nada. Que solo lleva a discusiones tontas, confusiones, y por lo tanto, a arrepentimientos. Nos ciega...
A veces solo hay que callar, escuchar... aunque por dentro estés muriendo.