Últimamente me siento como una muñeca. Si, no sé como explicarlo, es una sensación muy extraña.
Siento como si todo el mundo me manejara, tomara decisiones por mi. Como si todo lo hicieran a mi costa.
La verdad es que me decepcionan, pensaba que lo hacían pensando en mi... quizá cierta persona, la única que aún no me ha decepcionado y a la cual quiero y aprecio mucho, tenga razón, tengo una venda en los ojos. Pero creo que esa venda se va aflojando, poco a poco.
Lo peor viene cuando piensas "Dios me desvivo por hacerlo todo perfecto para ellos, cometer el mínimo de errores para no molestarles y después de todo, nada merece la pena". Después piden respeto... ¿Respeto? ¿Acaso sabéis como me siento?.
Pues estoy cansada, cansada de dar y nunca NUNCA recibir lo más básico en esta vida. Libertad.
Aquí sigo, bastante decepcionada con personas importantes para mi y viendo como pasa el tiempo... y mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario